En el Día Internacional de los Seres Inclasificables rindo homenaje al piojillo del pincel:
(Del lat. Pedicûlus
Penicillus) Entom. Insecto del
orden de los pintúlidos, de cuerpo semiesférico, ojos globulosos, probóscide
succionadora, helicoides dorsales y patas adherentes. De la familia de los incordios,
es una subespecie parásita del pincel. Las hembras depositan sus huevos bajo el
ceñidor metálico de los pelos de los pinceles, tanto de origen natural como sintético. Las larvas se alimentan de restos escamosos de pintura y óxido, y
en la adultez absorben pintura fresca con su trompa acornetada. Por ella
escupen sobrantes predigeridos, en general del color anterior al usado, constituyendo
así plaga endémica del artista. Provoca en humanos la histeria cromática, de difícil
diagnóstico y evolución incierta. El piojo
de la brocha está considerado especie distinta, pero se pueden cruzar
experimentalmente dando híbridos fértiles.
(…)
(Extracto
de “Fauna Inclasificable / Una
nueva aproximación a la naturaleza de las cosas”). ©Petra
Steinmeyer